El gusano del corazón es un parásito transmitido al perro por la picada de mosquito, es más frecuente en países o regiones de clima tropical, ingresa al torrente sanguíneo en forma de larva, se localiza en arterias pulmonares donde se desarrolla y pasa por diferentes etapas evolutivas hasta alcanzar su madures total ocasionando insuficiencia y fallo cardiaco.
Es un gusano nemátodo muy delgado y puede medir entre 14 y 32 cms de longitud, una vez que se aloja en el ventrículo derecho y arterias pulmonares el perro no desarrolla síntomas hasta que pasan varios meses en que el número de parásitos ha aumentado a tal punto que comienza a presentar signos de cardiopatía.
Los síntomas más frecuentes son respiración agitada, intolerancia al ejercicio, tos frecuente, desmayos, pérdida de peso, etc., incluso llegar a la muerte.
Además del perro también puede afectar a otras especies, entre ellas el ser humano, por lo que se la considera una enfermedad zoonótica.
El diagnóstico se basa en la observación clínica y exámenes primarios como la detección de microfilarias (larvas) en una muestra de sangre periférica puesta la microscopio, también se puede realizar exámenes rápidos por inmunocromatografía.
Debido a que este parásito causa mucho daño a nuestras mascotas y también puede causarnos daño a nosotros es de vital importancia su prevención a través de el uso de fármacos preventivos en nuestros animales (perros y gatos), estos productos son de dosificación mensual en especial en la época de mayor incidencia de mosquitos.
Hay algunos protocolos de tratamiento en el caso de que nuestra mascota ya esté infectada, pero tomar en cuenta que si ya tiene una cardiopatía secundaria a la parasitosis no podrá ser revertida y su pronóstico es reservado.